Eslovenia está todavía en gran medida por descubrir. En los últimos años se empieza a ver tímidamente un aumento en el turismo; y es que cada vez hay más españoles que se interesan por este pequeño país.  Si quieres pasar unas vacaciones inolvidables rodeado de naturaleza y tranquilidad este es tu destino.

Eslovenia es realmente un país pequeño. Tan solo tiene 20.253 km² y poco más de 2 millones de habitantes. Esto lo hace ideal para visitar puesto que las distancias son bastante cortas. Para moverse lo más acertado es alquilar un coche pues posee una muy buena red de autopistas en las que los peajes a pagar no son demasiado caros. Desde enero del 2007 Eslovenia está en la zona euro y los precios son bastante similares a los españoles.

Lo más recomendable es situar el campamento base en Ljubljana puesto que está situada justo en el centro del país y a pesar de ser la capital es una ciudad muy tranquila. En un día puedes visitar lo más destacado de ella como es la zona antigua con sus pequeñas calles empedradas, el mercado al aire libre siempre lleno de flores y fruta, el castillo con sus inigualables vistas… y todo ello sin perder de vista el río que cruza la ciudad y donde seguro que no podrás resistir la tentación de hacer una parada en uno de sus pequeños cafés.

Para comer encontraras una gran y variada oferta así como para divertirte de noche. Lo único a tener en cuenta es que los horarios ahí no son como los españoles. El día empieza y acaba antes. Así por ejemplo los supermercados cierran sobre las 19:00 y la mayoría de locales nocturnos alrededor de las 02:00.
Eslovenia es un país geográficamente muy variado. Podemos encontrar desde grandes montañas hasta una muy pintoresca costa. Sin duda la zona más bonita del país es el noroeste con su paisaje alpino y picos de más de 2500 metros. Aquí es ineludible visitar el lago de Bled y subir a su castillo donde podremos probar un postre típico de la zona llamado kremne rezine. Si te gusta comer bien puedes hacer una parada en Radovljica y probar algún plato típico en el restaurante Lectar.

También en esta zona está el lago de Bohinj, la catarata de Savica y la estación de esquí de Vogel a la que se sube en teleférico disfrutando de unas maravillosas vistas a Triglav, la montaña más alta del país.
Si te gusta la naturaleza no te pierdas el cañón de Vintgar (Soteska Vintgar), montar a caballo en el valle de Logarska (Logarska Dolina) o hacer rafting en el río Soca.

En el suroeste también podemos visitar lugares muy pintorescos como son las cuevas de Postojna (las más grandes de Europa y que se recorren gran parte en tren), las cuevas de Skocjan con acantilados impresionantes y el castillo de Predjama.

Hacia el este el país es cada vez menos montañoso pero no por ello menos verde. Lo mejor de esta zona son sus balnearios y sus buenísimos vinos.

La estancia recomendada es de una semana y la mejor época del año es entre mayo y septiembre.
Por Lara Demsar.

 

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