El verano es una gran época del año, es el momento de
descansar, viajar, relajarse y desconectar de la rutina. Pero también es una
temporada de de infecciones. Aquí tienes algunas recomendaciones para que esta
temporada sea la mejor del año.

Las otitis son
especialmente frecuentes en el verano. La sudoración excesiva, los baños en las
playas y en piscinas favorecen un ambiente húmedo que propicia la contaminación
por bacterias y hongos del conducto auditivo externo dando lugar a las llamadas
otitis externas  denominadas “otitis del nadador”.
Pero no sólo lo causa el agua sino cualquier proceso que altere la integridad
de la piel del conducto audito externo como las limpiezas  excesivas y el uso de bastoncillos, el rascado
o introducir en el conducto objetos que puedan lesionar la piel como clips u
horquillas.

Cuidarse de
los hongos también es una gran recomendación que se debe tomar. Durante el
verano aumentan de manera considerable las infecciones por hongos (micosis) que
afectan la piel y las uñas. Estas infecciones están causadas en la mayoría de
los casos por hongos denominados dermatofitos. La causa del aumento de estas
infecciones en la piel y en las uñas es la existencia de varios factores de
esta época como el calor, sudor y la mayor asistencia a playas, gimnasios y
duchas públicas. Estas infecciones son muy contagiosas a través de agua de
duchas y piscinas ya que sus esporas permanecen vivas en este medio durante
mucho tiempo. Para prevenir su contagio es aconsejable usar siempre calzado,
mantener una buena higiene teniendo la precaución de lavarse bien con  jabón después de acudir a piscinas, gimnasios
o polideportivos incidiendo en los pies y procurando un minucioso secado en las
zonas entre los dedos.

Por
Inés Sosa

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