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SEXO Y DEPORTE
Un estudio realizado en Alemania por la Sociedad de Psicología Racional demuestra que
el deporte constituye un estímulo para el sexo. Los resultados reflejaron que los hombres deportistas desean tener relaciones sexuales casi seis veces por semana y las mujeres 4,6 veces, promedio que es más bajo entre quienes no practican ninguno: 4,6 ellos y 3,6 ellas.
La salud sexual es parte importante para una vida plena y el ejercicio ayuda en gran medida, por lo que sexualidad y deporte no deben ser enemigos sino complementarios. Según un estudio de la revista NEW SCIENTIST, por el que han investigado la relación entre los niveles de testosterona y la actividad sexual, han encontrado que un incremento de ésta lleva consigo un ascenso de los niveles de la hormona relacionada con una mayor actividad en el comportamiento.
Los investigadores creen que no existe una respuesta universal a la pregunta de si ha de haber sexo antes la competición. Sin embargo, si esa competición acarrea una necesidad de un comportamiento más dinámico, la respuesta concreta en estos casos debería ser afirmativa, ya que, según el fisioterapeuta israelí Olshanietzky, "Las mujeres obtienen mejores resultados deportivos después del orgasmo. Especialmente las corredoras y las que compiten en salto alto. Cuantos más orgasmos, más oportunidades de ganar una medalla"
Los investigadores creen que no existe una respuesta universal a la pregunta de si ha de haber sexo antes la competición. Sin embargo, si esa competición acarrea una necesidad de un comportamiento más dinámico, la respuesta concreta en estos casos debería ser afirmativa, ya que, según el fisioterapeuta israelí Olshanietzky, "Las mujeres obtienen mejores resultados deportivos después del orgasmo. Especialmente las corredoras y las que compiten en salto alto. Cuantos más orgasmos, más oportunidades de ganar una medalla"
Casey Stengel, ex entrenador de béisbol en los EE.UU. lo tiene claro: Ningún jugador de béisbol sufrió nunca daño alguno por acostarse con una mujer. Lo que los mata es pasarse toda la noche despiertos tratando de llevársela a la cama.