SA FONT D’EN MIQUELET, EL RINCÓN DEL ARCHIDUQUE
Ambos nombres se identifican en la señal que, junto al camí Vell de Sant Mateu, indica el sendero que da acceso al rincón que en 1867 dejó prendado al melancólico miembro de la casa real austriaca. “Los alrededores de las fuentes se distinguen por su flora exuberante y por su frescura, que destacan notablemente entre el resto del paisaje”.
La exuberancia que citó el archiduque ocultaba buena parte de este paraje hasta hace un par de años, cuando se restauró la fuente y se deforestó la maleza de su alrededor. Aunque siga destacando un frondoso cañaveral y, sobre todo, un retorcido algarrobo que, desafiando la gravedad, se erige lateralmente desde la roca que enmarca el camino, como si quisiera formar un arco de entrada al recinto de piedra seca.
Con la reciente restauración de esta fuente también se recuperó su mayor peculiaridad: unas pinturas murales de almangra (almàguena), con motivos geométricos y florales, que decoran la capilla de la fuente. Se supone que este “graffiti” se realizó en 1823, ya que en la alberca colindante, en la que las paredes lucen el mismo tipo de pinturas, esa fecha está grabada sobre la argamasa.
+ INFO: www.ibiza-secrets.com