Los parapetos afectados por este proyecto son los que están incluidos entre los baluartes de Santa Llúcia y Sant Joan, incluyendo la casamata de Santa Llúcia y el propio baluarte de Sant Joan; y los de la cortina que une los baluartes de Sant Pere y de Sant Jaume, incluyendo este último baluarte. 

Según el diagnóstico realizado por el arquitecto responsable del Plano Director de las Murallas, Fernando Cobos, la muralla de Ibiza se encuentra, en general, en buen estado de conservación, aun cuando sometida a procesos de deterioro provocados principalmente por la falta de coronamiento de sus muros y de los parapetos, lo que provoca filtraciones de agua y crecimiento de la vegetación.
En el caso concreto de los parapetos, ya se han realizado de forma previa los trabajos para eliminar la vegetación.

Durante la ejecución de estas obras, está previsto realizar excavaciones arqueológicas a pie de todos los parapetos e intervenir para que todos recuperen la geometría original. En los parapetos sitos entre Sant Pere y Santa Llúcia también se documentará el banquillo y se intentará su recuperación. En los baluartes de Sant Jordi y Sant Bernat se procurará recuperar el parapeto abocelado, pero respetando las evidencias de las reformas posteriores. En los parapetos restantes –Sant Pere y Santa Tecla- los trabajos de restauración procurarán evidenciar su condición inicial y las reformas sufridas.

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