Este permiso, no obstante, no implica que los propietarios de perros no tengan que evitar cualquier suciedad o daños provocados por sus animales en estos espacios.

Después de la propuesta hecha por el grupo Renace Natura para que se buscaran fórmulas para que los propietarios de canes pudieran tener espacios para llevar sus animales a bañar a la mar, el Ayuntamiento ha decidido permitir esta actividad en dos pequeñas calas del pueblo de Santa Eulària, cada una a un lado de la costa para facilitar el uso a todos los ciudadanos, independientemente de la zona del pueblo en que vivan.

Por la zona norte, se ha abierto a esta actividad una pequeña zona de baño en la zona de es Faralló, junto al Puig de s’Església Vella, con fácil acceso des del paseo Joan Canals Serra. Se trata de una pequeña cala con unos 20 metros lineales de frente de playa. Por la parte sur, se trata de un tramo de costa en ‘L’ que incluye los últimos 10 metros de la vertiente derecha de la desembocadura del río y un pequeño frontal de costa virgen.

La normativa municipal mantiene en el resto de la costa la prohibición del baño de canes en las playas del municipio obliga a que los propietarios retiren las deposiciones de sus canes, una infracción que se puede sancionar hasta con 300 euros de multa.