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LAS OTRAS MURALLAS
Ibiza contó con otras dos ‘murallas’ para proteger la ciudad, hasta que esta creció más allá de Vara de Rey. Son las Estacades (que medían unos cuatro metros de alto aproximadamente) llamadas así porque se usaron estacas clavadas en el suelo fangoso para fijar sus cimientos……A lo largo del siglo XIX se derribaron la mayor parte de las murallas de las principales ciudades europeas. Las de Eivissa hubieran podido correr la misma suerte de salir adelante la iniciativa de unos cuantos descerebrados que las veían como un signo de retraso provinciano, ya que en Barcelona y Palma ya se habían librado de ellas para permitir la expansión urbanística.
La ciudad de Eivissa no sólo estaba constreñida por el recinto amurallado renacentista, sino que también contaba con una línea de muros de cuatro metros de altura conocida como primera Estacada y, después, segona Estacada.
La primera estacada, que era la más antigua, se levantó hacia 1756, según el investigador Eduardo J. Posadas, y tenía como misión proteger el barrio de la Marina.
Partía de la plaça de sa Font, desde un vértice del baluarte de Sant Joan, y recorría la calle Montgrí hasta llegar al mar en lo que ahora es el puerto. La presión demográfica de este barrio fue ganando terreno en detrimento de Dalt Vila y enseguida causó problemas de hacinamiento. Sin embargo, los intentos del ayuntamiento para aliviar la ciudad y expandirla más allá de la Estacada topaban con los recelos de los poderes militares.
Otro muro más
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En 1820, ya se pidió permiso para crecer el barrio de la Marina para aligerar la altísima densidad de población de la zona, pero no fue posible hasta 1857, cuando se permitió derribar la Estacada, siempre y cuando se levantara otro muro protector más allá del ensanche. La nueva Estacada se erigió sobre la actual calle Comte de Rosselló y cobijaba el nuevo barrio, llamado Poble Nou, que comprende las manzanas que ahora quedan adecuadas para los peatones entre Vara de Rey y la Marina.
Si las muradas ya carecían cada vez más de valor estratégico, esta segona Estacada en seguida resultó inútil para proteger la ciudad de los hipotéticos enemigos, además de que la encorsetaba sin permitir su desarrollo. Finalmente, en 1887 se echó abajo este muro. Afortunadamente, algunas voces advirtieron que el recinto amurallado diseñado por Calví (Dalt Vila) era un caso distinto.
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