Santa Agnès de Corona no sería lo mismo sin sus almendros que hacen de esta zona una visita obligada para que todas las personas que quieran la isla y quieran disfrutar de una experiencia agradable. Es el premio que nos regala la naturaleza por haber soportado el ritmo frenético del verano. Una de las muchas maravillas que conserva el interior de la isla y que te invita a perderte con arte. 

Justo cuando el pla de Santa Agnès se emblanquece de pétalos de flores de almendro, la calma que aún conserva la isla se hace más presente y contribuye a llenarnos de esta energía que nos atrae, nos envuelve y nos atrapa. Nos da ánimos para continuar explorando los rincones mágicos y maravillosos de Ibiza.