El arquitecto Toni Marí Torres se ocupó de la intervención de mejora de la Torre des Carregador, aprobada en 2016. El edificio, enclavado en pleno Parc Natural de ses Salines y Formentera,  presentaba en 2016, antes de la actuación, un avanzado estado de deterioro provocado por el paso del tiempo, la agresión de agentes atmosféricos (humedad, erosión), por la presión de visitantes incontrolados (grafitis) y por la falta de mantenimiento.

La presencia de vegetación en oquedades de las piedras de marés provocaba importantes fisuras en los muros. Asimismo, la torre carecía de gárgolas de evacuación de aguas pluviales y algunos de sus elementos se encontraban incompletos en su trazado, como la escalera de caracol del interior, donde, se acumulaba una importante cantidad de sedimentos y residuos de todo tipo. Tras la intervención, se abrió al público y ahora, el arquitecto cuenta a Ibiza-Click TV algunas curiosidades de la actuación.

Se trata de un torre de refugio de tres niveles, del siglo XVI, emplazada al lado del cargador de la Sal Rossa. En el s XVIII se incorpora el polvorín y una entrada en la primera planta que nunca se llegó a acabar. Esta torre evolucionó en su exterior debido al armamento que se utilizaba, en la zona norte se mantiene su rebozado del XVIII, mientras que en la zona sur del edificio, se aprecia el aspecto original, del siglo XVI.

Como anécdota, al realizar la actuación de mejora en 2016 tuvieron que contar con los servicios de un experto en retirar murciélagos asó como lechuzas que habitaban en los huecos de las paredes de la torre.

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