El dios Bes está muy relacionado con la isla de Ibiza. Ninguna deidad gozaba de una popularidad comparable a la de esta figura grotesca e irreverente, músico y genio familiar considerado como protector de la casa, del sueño, de la alegría de la danza o la limpieza.
Un dios enano, pequeño, burlón… que fue creciendo dentro de la teología egipcia, hasta sustituir a Amón, Horus, Osiris …
Se trata de una deidad adorada principalmente en el antiguo Egipto, aunque se encuentran huellas del mismo en toda la cuenca del Mediterráneo, especialmente en la isla de Ibiza, la antigua Ebusus de los romanos, cuyo nombre se dice procede precisamente de Bes, Ibes, Ibis, Ebusus, Ibossim, Yah-Bisah… Eivissa, Ibiza.
La voz “Bes” pertenece al antiguo egipcio y significa "iniciar".
En tiempos de Constantino, con la decadencia de los dioses faraónicos, solo sobrevivió Bes, sustituyendo a Osiris, asumiendo el papel de señor de Abydos; como dice Padró
"…
escudado por su oráculo, amparado por su popularidad y por su alianza con los poderes afrodisíacos y mágicos, asumió todos los atributos del resto de las ya decrépitas divinidades, sobreviviendo a todos. Implantado el cristianismo en tiempos de Teodosio, Bes se refugió en las ruinas y necrópolis para atormentar a los anacoretas y asustar de noche a los mortales."
En Ibiza, el cristianismo lo convirtió en BARRUGUET o BARRUFET.
En los círculos mágicos procedentes del Imperio Medio, se representaba a Bes con el objeto de ahuyentar los malos espíritus. Algunas danzarinas, para honrarle llevaban tatuada en las nalgas la silueta de Bes. Su culto fue muy próspero, especialmente en el Nuevo Imperio. Bes es el dios grotesco que hace reír y el genio repulsivo que produce miedo. Es el bufón de los dioses que protege a la isla de los influjos malignos.
De apariencia grotesca y cómica, es de pequeña estatura y gordito. En algunas representaciones lleva plumas en la cabeza. Su lengua es grande, no cabe en la boca.
También es representado como músico (harpa o tambor). Se creía que tocando música espantaba los malos espíritus.
Muchos objetos cotidianos llevan la imagen de Bes: espejos de mano,
pendientes, collares, recipientes para maquillaje, figuritas, etc. Protege a bebés, a niños y en especial a las mujeres. Protege también de las serpientes y de los escorpiones. Su presencia en pinturas o representaciones asegura a la casa y la familia una vida sexual satisfactoria.
De hecho, Bes es símbolo de fertilidad. Ayuda en los nacimientos, da buena suerte y sobre todo provoca la risa y el buen humor en general.