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IBIZA, o EIVISSA como la llaman en casa…
Difícil hablar de ella sin previamente remover su tierra para sembrar almendros, adelfas o simplemente sueños…
Ibiza era otra Ibiza…
nunca se puede ocultar el sol con un dedo y no se puede detener el tiempo y los años….
Los que conocieron a Ibiza en su juventud les resulta difícil volver a ella porque no desean destruir la imagen de sus recuerdos. Viven añorando el pasado, detestan el presente y nadie puede apaciguar sus tristezas y nostalgias… sabemos que no todos añoran las mismas cosas… y que en medio de todos estos sentimientos revueltos y enfrentados, vive una Ibiza agotada. Muchos actualmente desean hacer maletas e irse porque se resisten a verla atocigada, perseguida como una sirena en extinción… A nosotros nos habría gustado conocer una Ibiza al natural, con los árboles creciéndole por la frente, protegida, cuidada, rodeada de visitantes ilustres, elegantes, delicados… esos que llegaban con versos debajo del brazo como Miguel… “Cuando Miguel pisó por primera vez el Puerto de Ibiza, hasta los libros que traía bien atados a su maleta se debilitaron y cayeron al suelo al sentir el perfume de aquella que por siempre sería su amada…”.Todo lo que nos cuentan de la vida y amores de Ibiza parecen leyendas de un pasado muy lejano, sin embargo, no hace mucho tiempo se la podía ver caminando libre, con el cabello suelto, coqueta y seductora…
Lo único de lo que nos salvamos los que no vivimos el esplendor de Ibiza, es el de no acumular más nostalgias de las que ya tenemos por las cosas que se han perdido o destruido en el camino (consuelo de tontos). Pero… nosotros nos hemos encontrado con otra Ibiza, con más años sí, pero igual de bella y perturbadora, el azul turquesa de sus ojos brilla como el de una adolescente todavía y… todavía su cuerpo se resiste a envejecer, está más segura de si misma y su verdadera esencia, su espíritu están vivos. Ibiza está en su etapa de madurez, ella ya ha pasado por todo, conoce la pobreza, el despilfarro, la fiesta, la soledad, el vicio, el abandono, la agresión, la intoxicación… identifica con claridad a aquel que se ha aprovechado de su cuerpo y su casa… Ella ahora sabe cómo desea ser tratada por los que la visitan y mucho más importante por los que la habitamos… Hoy no hay término medio, o se la ama bien, o mejor se desaparece. Ya no podemos permitirnos el lujo de deambular por su cuerpo como sanguijuelas, chupándola y meándola por doquier, como usureros negociando sus bienes y sus favores…como perros rastreros persiguiéndola…devorándola… Todos le faltamos al respeto en algún momento, desde el perro que hecha sus excrementos a su antojo hasta el poeta embobado que deja su colilla de cigarrillo a la orilla de su cuerpo… desde el artesano o artista que deja de crear… o el músico que deja de susurrarle al oído nuevas canciones…
Nadie podemos decir que no la hayamos ofendido alguna vez… A pesar de tanta torpeza con la que la hemos tratado, ella es Ibiza y ahora ella es quien pone las reglas para los que desean conocerla y visitar su casa. Ibiza ya no está en la época de paz y amor… esas palabras ya fueron sembradas y ahora hay árboles en su lugar que cobijan a hijos, nietos y bisnietos que son su continuación… Es difícil conocer y entender a “Eivissa” a simple vista… hay rumores extendidos acerca de su vida que desdibujan su verdadera libertad… Ibiza es muchas cosas a la vez por eso provoca sentimientos extremos, hay quienes huyen de ella, que salen aterrorizados por tal o cual rareza, o la falta de… o el exceso de… hay los que la maldicen, la señalan con el dedo o le ponen una cruz, los que la banalizan, la desprestigian… hay los que la mistifican, la idealizan, la sobredimensionan o simplemente la aman… Hay distintas formas de conocer y amar a Ibiza, como todo en la vida, cada quien elige la forma de cómo hacerlo, cada quien la siente y la percibe de forma distinta, lo importante es conocerla y cuidarla…
GUIA PARA PERDERSE EN
LA VIDA ARTÍSTICA DE IBIZA.
Pd: Hay un dicho en la isla que dice así: “Ibiza, o te acepta o te rechaza…”
Tú mismo.