Ante las grandes empresas, Libros del Asteroide, Impedimenta y Nórdica, se han convertido en baluartes de independencia y calidad. Son ellas las que dan un color diferente, las que llenan de vida nuestras estanterías.

En un mundo fantasmal, donde el paisaje parece desaparecer ante nuestra mirada, la librería se convierte en un refugio, nunca fue más real, todo encaja y permanece. El aire es más denso, está repleto de recuerdos, de sensaciones, de imágenes que perduran dentro de sus muros. Entre todos debemos proteger este patrimonio que nos pertenece por derecho, fortalecerlo.