La Academia valenciana de la lengua ha preparado esta exposición itinerante que consta de diversos paneles sobre el trabajo realizado por el escritor, así como una colección de  sus obres más destacadas, como las “Rondallas Valencianas” las cuales tuvo que escribir en prisión. Como curiosidad, destacar que el director de la presión donde estuvo cerrado Enric Valor era de Ibiza y, además de autorizarlo a hacer clases de catalán en el patio, “a mi me dejaron llevar mi máquina, libros y diccionarios y todas esas cosas, y me monté una oficinita fantástica en mi celda. De las 36 rondallas, escribí 18, con toda la calma del mundo, y son las más bonitas” -declaró en una entrevista poco ante de morir.

Recorrió las montañas de Alicante recopilando historias fabulosas que forman parte del patrimonio cultural valenciano, las cuales supo transcribir con un lenguaje bien trabajado y popular que las hacía atractivas a pequeños y grandes. En ellas se retrata un mundo de reinos míticos donde vivían caballeros, brujas, campesinos, dragones de siete cabezas y otros seres de leyenda. La riqueza de las expresiones de nuestra manera de hablar, junto con los refranes y las descripciones de los paisajes, dotaban de musicalidad la voz narradora.