La trama está basada en el trabajo de investigación de Brian Burrough "Public Enemies: America’s Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43", que narra la historia de Melvin Purvis, el agente del FBI que en la América de los años treinta lideró la búsqueda del legendario atracador de bancos John Dillinger y su banda.
Supone el regreso a la dirección de Michael Mann (“Collateral”, “El último mohicano”) tras el fiasco de “Corrupción en Miami”; en estos últimos años se había limitado a la producción (“La sombra del reino”, “Hancock”).
Está protagonizada por dos pesos pesados como Johnny Deep (“Piratas del Caribe”, “Sweeney Todd”, “Descubriendo Nunca Jamás”) y Christian Bale (“Terminator salvation”, “El caballero oscuro”, “El maquinista”).
Un elemento clave dentro del realismo de la película fue la colaboración del FBI, que ofreció una valiosa documentación del caso, dejó muebles y archivos para una escena y asesoró el rodaje. También fue importante la ayuda de Doris Rogers Lockerman, ayudante de Melvin Purvis, que en el momento del estreno tenía ya 92 años.
Durante la preparación del rodaje, Michael Mann consiguió que Johnny Depp viera y tocara la ropa y algunos artículos personales de Dillinger. Además, el director pudo rodar en algunos de los lugares auténticos donde se desarrolla la historia, como la cárcel de Crown Point, la posada Little Bohemia y el cine Biograph.
En un momento de la película, Johnny Depp le dice a un rehén: "Venimos a robar el dinero del Banco, no el suyo". Esa misma frase la usó Robert de Niro en “Heat”, también dirigida por Michael Mann.