EL SONIDO DEL CUERNO

Las tazas del café Vistalegre, la persiana de la farmacia, o el tocar de nuevo de las campanas. Una cadena de sonidos se precipita a primera hora de la mañana en San Juan. En un tiempo en que acostumbramos a comprar todo tipo de víveres en el supermercado, él aparca delante de la iglesia y hace sonar el cuerno marino para anunciar que lleva el mejor pescado fresco.

Lo puedes ver en un corto repor que ha realizado la productora Eivisual

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A la hora en que los grandes almacenes llenan los mostradores con peces de otros mares,  nuestro hombre recorre la carretera que separa San Juan y San Miguel con una tienda sobre ruedas. Cuando llega a un punto de venta, se trata de casas payesas o núcleos de pueblo, abre las puertas del vehículo y deja al descubierto su pescadería ambulante. Rapes, escorperas o serranos, son la mejor prueba de que el día anterior ha podido salir a fanear a la mar, por los alrededores de las Pitiusas.

Coge entre las manos un viejo cuerno y  lo hace sonar para anunciar que trae mercancía de la buena. Este instrumento de viento, que recuerda al gemido de un animal herido, se escucha por el pueblo y alrededores. Su potencia, ancora el pequeño pueblo de San Juan en un tiempo remoto, cuando se hacía servir para avisar de la presencia de moros o piratas en la costa. Hay quien dice que, por la manera de hacer sonar el cuerno, sabe reconocer quien es el vendedor. Todo un arte, sin duda.

Un goteo de personas se acerca a la furgoneta. La clientela varía según la época del año. En verano, la población autóctona y los turistas se confunden y amontonan en la puerta de atrás, abierta de par en par. La señora Margalida ha bajado a la calle calzada con las zapatillas de estar por casa. Tampoco ha dudado en dejarse el monedero y lleva el dinero en la mano. Aquí no se paga con tarjetas de crédito, ni tampoco hay que coger número. Habla con Antoni mientras echa una mirada al pescado que trae hoy. Volverá a casa con una bolsa de plástico en la mano sin etiquetas que marque el precio ni el peso.
Nuestro hombre repetirá este amable sonido, de potencia extraordinaria, antes de poner rumbo a una nueva parada.

Per Agnès Vidal i Vicedo

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