es una magnífica lección práctica sobre este problema. Y creo que también una respuesta. Hay que conservar el contenido de lo popular, pero que siga siendo "popular". No caer en el almidón de los "coros y danzas de la sección femenina". Es decir, que lo popular sea vivo, auténtico, real.
No puedo disimular mi entusiasmo por este trabajo de Omar Gisbert y Joan Barbé. Hay algunas piezas maestras que te ponen literalmente la piel de gallina. No puedo explicar la vivencia de estar de nuevo en Ibiza, circular por la carretera que lleva a es Codolar escuchando "Jo tenc una enamorada". La tensión armónica, el cinismo y la ternura que es capaz de expresar David Serra (a mi entender uno de los mejores cantantes de todas las Baleares y parte del extranjero) te llegan directamente al corazón.
Varias de las piezas de este CD alcanzan ese nivel magistral. Combinan a la perfección el contenido emotivo con una forma musical y un arreglo contemporáneo, fluido. El efecto es magnífico, como ocurre con "Flors de baladre", "Sona, viola, sona" o la electrizante versión de "Sa serena cau menuda" de Angela Cervantes. En otros temas quizás el aparejo moderno resulte un poco más decorativo y aporte menos, pero siempre da buen resultado.
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