IGLESIA DE SAN ANTONIO
En el año 1305 las peticiones de los habitantes de Portmany fueron atendidas por el arzobispo de Tarragona, dando el consentimiento para la construcción de un templo —en realidad, una capilla— junto con un cementerio.
El lugar escogido para la construcción de la primitiva capilla fue el puerto, donde actualmente aún se levanta la iglesia.
En realidad, el templo fue objeto de diferentes e importantes ampliaciones, de modo que las estructuras del siglo XIV —por haber sido incorporadas o demolidas, no se sabe a ciencia cierta— son actualmente difíciles de distinguir.
Después, entre los años 1674 y 1691, se habla de un estado precario del edificio, con el pavimento afectado por agujeros y la bóveda abierta a goteras de la lluvia. También en esta época se construyó sobre la nave la casa del vicario, por razones de seguridad y del mismo modo que en la iglesia de Sant Miquel de Balansat.
El 1785 pasó a ser parroquia, con la denominación de San Antonio Abad.
Aparte del templo, son remarcables algunas obras de arte, como una talla de San Antonio, del siglo XVIII, cuadros como Los Santos Médicos Cosme y Damián o San Francisco Javier y el retablo de San Roque, de 1719.
También es digna de mención la pila de agua bendita situada a la derecha de la entrada principal.
El templo exhibe un aire de fortaleza, en la que destaca la torre de planta cuadrada con aspilleras y el patio bordeado de blancas paredes.
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