El programa Illes Pitiüses del canal Ibiza-Click tv nos lleva la venda de Cas Ramons, en Santa Gertrudis de Fruitera, donde su ubica un molino de agua desde hace muchos años. El molí de ca na Truia, cuyo propietario, Joan Tur, nos habla de sus orígenes…

Nos cuenta Joan, desde el interior de la “casa del carro”, cómo en los tiempos difíciles de la época de su abuela, llegó a la finca un hombre que buscaba cobijo y algo de comida, algo habitual en las circunstancias que se vivía en la isla por ese entonces. Le dieron algo para comer y le permitieron dormir en ese mismo cobertizo, junto al carro. A la mañana siguiente, le preguntaron qué tal había dormido, a lo que contestó:

_No he podido pegar ojo en toda la noche

_ Y ¿Cuál ha sido el motivo?_ Inquirieron, extrañados.

_Un murmullo continuo no me ha dejado dormir. Pasa mucha agua por aquí debajo. A pocos metros.

Al marchar el hombre, los abuelos de Joan decidieron excavar, justo al lado de la “casa del carro” en busca del agua y no tardaron en encontrar una gran veta de agua a muy poca profundidad donde construyeron un pozo que más tarde se convirtió en el actual molino de agua.

No cabe duda de que aquel hombre no necesitaba ningún instrumento para detectar la energía emanada por la veta de agua. Su sensibilidad innata captaba las vibraciones producidas por aquella corriente de agua subterránea, algo bastante inusual y que tiene su explicación en las pequeñas vibraciones (entre 0 y 10 Hz por segundo)  que producen las vetas de agua y que solo algunas personas, con varillas o péndulos o los animales son capaces de detectar.

ILLES PITIÜSES

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